Utilización de las nuevas tecnologías
NS/NC
1
2
3
4
Manejo de procesadores de textos
6,7
50,0
33,3
10,0
-
Manejo de hojas de cálculo
6,7
70,0
23,3
-
-
Manejo de bases de datos
10,0
63,3
16,6
10,0
-
Manejo de documentación gráfica en
formatos digitales
6,7 50,0 30,0 13,3 -
Manejo de Internet para buscar información
6,7
33,3
30,0
23,3
6,6
Utilización de bases de datos en línea
(ISBN, TESEO, DIALNET, etc)
10,0 63,3 26,6 -
-
Acceso a los Archivos Españoles en Red
(AER)
13,3 60,0 23,3 - 3,3
Utilización de la Biblioteca Digital de la
ULPGC
6,7 53,3 16,6 16,6 3,3
Utilización de aplicaciones específicas
(GIS, AUTOCAD, etc.)
10,0 70,0 20,0 -
-
Utilización de las TIC en el trabajo en
equipo
10,0 66,6 23,3 -
-
Tabla 2. Porcentaje de valoración de la formación recibida en la Titulación de Historia en relación con la
utilización de las nuevas tecnologías (Puntuación mínima = 1; puntuación máxima = 4)
Pese a todo, es de destacar que la decidida apuesta de la Biblioteca General de la
ULPGC por incorporar los contenidos digitales a su página web, ha gozado de un
porcentaje de utilización elevado por parte de los estudiantes de la Titulación de
Historia. Preguntados acerca de si han utilizado alguna vez los recursos de la Biblioteca
Digital de la ULPGC, el 63,6% de los encuestados contesta que sí, frente a un 36,7%
que reconoce no haberlos utilizado nunca. En concreto, los servicios más utilizados de
la Biblioteca Digital de la ULPGC han sido la Memoria Digital de Canarias (MdC),
cuyos recursos han utilizado el 52,6% de los encuestados, las Tesis y Tesinas
digitalizadas (52,6%), y las revistas electrónicas (47,4%). Paradójicamente, el
extraordinario potencial de la Prensa canaria digitalizada (1893-2004), sólo ha sido
utilizado alguna vez por el 26,3% de los estudiantes de la promoción 2001-2006.
5. CONCLUSIONES
La organización del programa formativo del futuro Título de Grado en Historia
debe apoyarse en unos criterios científicos que, sin obviar la formación integral en las
materias básicas que gozan de una contrastada tradición académica en el contexto
universitario español y de las universidades europeas, atienda a las necesidades del
perfil profesional de los futuros egresados. Conviene dejar a un lado algunas posiciones
interesadas de determinados profesionales de la enseñanza universitaria que, con unos
planteamientos catastrofistas fuera de lugar, consideran que la convergencia europea es
una amenaza a la autonomía de las universidades europeas. Nadie puede dudar, a día de
hoy, de que con la puesta en marcha del EEES se abre un proceso de reforma y
modernización que las universidades españolas ―tanto públicas como privadas―
venían necesitando desde hace años. Pero esta modernización, encaminada hacia la
consecución de políticas de calidad y acreditación apoyadas en criterios científicos ―y
no políticos ni mercantilistas―, debe realizarse con el respaldo y la implicación de uno
de los principales activos de las instituciones universitarias, el personal docente e
investigador.